Juan Pablo Riesgo Figuerola-Ferretti (1980) es economista y actualmente secretario de Estado de Empleo del Ministerio de Empleo y Seguridad Social del Gobierno de España. Pero sobre todo, es un claro ejemplo de que ir en bici al trabajo es posible, aún viviendo a 13 km de la oficina y ocupando un cargo público de responsabilidad.
Aunque ya contaba con una ducha en su lugar de trabajo, su preocupación por la movilidad sostenible lo ha llevado a habilitar duchas en los edificios de Nuevos Ministerios, fomentando la salud y bienestar entre el resto de funcionarios.
¿Desde cuándo y por qué vas en bici al trabajo?
En diferentes épocas de mi vida me he desplazado en bicicleta, tanto a la universidad, en su día, como al trabajo. La primera vez fue en 2003 en Londres. El transporte era carísimo, especialmente el metro, que, además, no me parecía nada cómodo. El autobús era muy lento. Y
la ciudad es una maravilla para recorrer en bicicleta. Ahí empecé de disfrutar desplazándome en bicicleta a todos los sitios, y ahorrándome mucho dinero.
Al volver a Madrid lo volví a dejar, hasta que volví a pasar 4 meses en el extranjero, esta vez en la Universidad de Georgetown, Washington D.C. Vivía cerca de la universidad y, pese a la nieve, opté por la bicicleta. Además, los inmensos parques y la naturaleza de Washington y sus paseos por el Potomac animaban a pasar horas en bicicleta. Al volver a Madrid mantuve lo que pude la costumbre, aunque de manera irregular.
Y no ha sido hasta diciembre de 2012, ya trabajando en el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, como director del gabinete de la Ministra, y residiendo en las afueras de Madrid, a unos 13 Km, cuando decidí trasladarme de manera regular al trabajo en bicicleta. Cosa que sigo haciendo dos o tres veces a la semana, y que sin duda pretendo seguir haciendo en el futuro.
Me produce un bienestar que redunda en toda mi actividad del resto del día. Me hace sentirme en forma. Y sinceramente, creo que me hace más productivo.
No es frecuente ver altos cargos públicos yendo en bici al trabajo, ¿a qué crees que puede ser debido?
Bueno desgraciadamente no es frecuente ver a mucha gente haciéndolo, sea alto cargo o no.
Es verdad que requiere de cierta logística y organización, pero bien
merece la pena. Y quizá si alguien puede que lo tenga fácil, es precisamente los altos cargos, aunque las agendas son complicadas, pero en general lo son para todo el mundo. Mi objetivo es que cada vez más gente se anime a llevar a cabo esta sana práctica. Y
que se le ayude a ello desde las empresas y administraciones.
¿Por qué crees que es bueno fomentar la movilidad en bici para ir al centro de trabajo?
Porque
aporta más salud, más bienestar y más productividad. El trabajador y la empresa salen favorecidos. La gente está más animada. Se reduce el absentismo porque hay bienestar en el ambiente de trabajo. Los trabajadores se encuentran
más sanos y saludables. Ello aumenta el rendimiento de los empleados en la empresa. Y, además,
se cuida el medio ambiente, que es esencial.
¿Qué es lo que más te gusta de ir en bici frente a otros medios de transporte?
Además de todo lo anterior, por el recorrido que hago entre mi domicilio y el ministerio, me permite disfrutar de la naturaleza, a escasos kilómetros de Madrid. Es una gozada dirigirte al trabajo entre encinas, viendo salir el sol por el horizonte con la Sierra de testigo. Llegas a la ciudad con otra actitud.
Este viernes habéis organizado un evento con empresas para hablar sobre salud y deporte en el trabajo. ¿En qué consistirá?
Nuestro objetivo es promocionar esta práctica en las empresas. Que lleven a cabo actuaciones para facilitar conciliar el deporte y el trabajo entre sus empleados. Que instalen duchas y vestuarios, que financien actividades deportivas, que propicien equipos deportivos, etc. Por ello, en primer lugar conoceremos la teoría sobre los beneficios de estas prácticas, y después daremos la voz a empresas, como ejemplo de buenas prácticas, para que nos muestren cómo se están beneficiando de ellas su organizaciones y sus trabajadores.