Tras coincidir en varios semáforos de Príncipe de Vergara, me animo a entrevistar a Guillermo.
¿Desde cuándo y por qué empezaste a ir en bici por Madrid?
Empezar de verdad empecé cuando tenía como cuatro años. Pero lo que se dice ir a sitios donde normalmente iría en coche empecé hace unos quince años. Empecé a ir en bici porque me parecía más divertido, porque casi nadie lo hacía y porque se hace ejercicio.
¿Qué es lo que más te gusta de ir en bici?
Lo que más me gusta es que llegas a los sitios después de hacer una actividad moderadamente deportiva lo que te activa, te despierta, te da una sensación de logro, y al menos en mi caso, te pone de buen humor.
Si fueras el alcalde de Madrid, ¿cómo fomentarías la bici como medio de transporte?
Sin duda, revisaría el plan ciclista porque Madrid es la única ciudad que se conoce en todo el mundo donde la política parece ser obligar (literalmente) a los ciclistas y a los conductores a compartir carril, estorbándose mutuamente. Se obliga a los ciclistas a disfrutar mucho el humo de los coches y a los conductores a soportar el estorbo de un usuario, que evidentemente va mucho más lento de lo que les gustaría.
Es un sistema totalmente inadecuado, por ejemplo, para que un niño de 12 o 13 años haga algo tan natural como ir al colegio o a ver a sus amigos en bici. Ningún padre responsable permitiría que un niño fuese por un carril donde los autobuses te adelantan por la izquierda, las motos por la derecha y tienes detrás a alguien que te puede atropellar en una distracción.
La única vez que pude hablar con la anterior alcaldesa, se lo dije. Le dije literalmente que pintar una bici en la calzada no era lo mismo que hacer un carril bici.
¿Consejos para el que quiera empezar?
Que no se lo piense mucho porque seguro que lo disfruta y porque cuantos más seamos más fácil será que se conciencien los políticos y mejores condiciones habrá para todos.
Nombre: Guillermo
Edad: 50
Profesión: Abogado
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