Así fue cómo empecé a ir en bici por Madrid. Fue al poco de llegar a vivir, por el 2005 o 2006. Coincidió que quería dejar de fumar pero no quería ganar peso y necesitaba gestionar la ansiedad. No sé si por casualidad, vi a una chica que iba en una bici holandesa por Rubén Darío y pensé: "si ella puede, yo también". Me compré una bici de segunda mano y empecé a ir en bici al trabajo. El blog llegó tres años después. Todo el mundo me preguntaba que por qué iba en bici si "Madrid no era una ciudad de bicis". Pero yo descubrí una ciudad mucho más amable de la que había conocido hasta entonces yendo en metro o autobús. Descubrí que llegaba antes a los sitios porque no sufría atascos y aparcaba en la puerta, me mantenía en forma y llegaba de mejor humor... en definitiva, era más feliz. ¿Tú no quieres ser feliz?
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