Nadie está en contra del uso del casco. Pero pasar de la recomendación a la obligatoriedad conllevaría serias consecuencias para el auge de la bici, y el éxito de la bici pública. Hay estudios que demuestran que a mayor número de bicis en las calles, mayor seguridad, y conocemos la experiencia de países donde ha decaído el número de bicis tras la imposición del casco (Australia y Nueva Zelanda). Por esto, esta medida de imponer el casco de forma obligatoria no es bien recibida entre los defensores de la bici (Ayuntamientos, empresas, etc).
También existen datos de que el casco salva vidas, y de heridos craneoencefálicos entre los usuarios de la bici. El problema es que estas cifras se repiten también entre peatones y conductores de automóviles (y en mayor número que entre ciclistas). Entonces, ¿estaría justificado un casco para todos, incluidos peatones? Os recomendamos ver este divertido vídeo con una acción de Conbici en Madrid para denunciar la implantación obligatoria del casco para ciclistas urbanos.
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